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miércoles, 4 de abril de 2012

Mi primer concierto, “formal”


Domingo 1 de abril a la una y cuarenta de la tarde.


Jugaba en la computadora, no tenía ganas de hacer nada más que matar el tiempo. Me cansé, de jugar el clásico juego de solitario, cuando decidí cambiar de jueguito por el de mi celular. Fui a mi cuarto en busca del teléfono y me encontré con un montón de mensajes que no había revisado. Uno de ellos, era el de mi buen amigo Ben… decía lo siguiente:
“vos...estoy tratando de llamarte! llamaste pero wendy no sabia que te habia llamado...tengo un boleto extra para esta noche asi que llamame!!!”


Vi el mensaje y me paralice (hacía mucho tiempo que no me paralizaba por la emoción de un suceso). Lo llamé y quedamos de juntarnos para ir nada más y nada menos, que al CONCIERTO DE RICARDO ARJONA. Me vestí, lo más rápido que pude, me lave los dientes, busque un frasco de loción y me preparé. Llegue como a las cuatro de la tarde, porque no sabía que tan grande podía ser la fila para entrar, entre otras cosas.
Decenas de personas pasaban cerca de mí, unas me empujaban, yo me quedaba pensando en que debía hacer. Fui al redondel que se encuentra enfrente del estadio Mateo Flores y deduje la ubicación de la entrada. No quise preguntarle a nadie, puesto que había un montón de cobradores que se le acercaban a uno, y que le pedían que a cambio de diez quetzales, lo  ingresaban sin tener que hacer la cola. No me interesaba, saltearme la cola y hasta ese momento no tenía la entrada.
Había una única fila, hice la fila y escuche a las personas que iban adelante mío decir, “Es una única fila, más adelante los distribuyen”, entonces me quede tranquilo.  Pero mi tranquilidad cesó… la fila se movía muy rápido y en menos de lo que sentí, ya había llegado casi que a la entrada. Me salí y realice nuevamente la cola.
Esta vez, estaba detrás de dos mujeres tan bellas ¡Oh, Dios, no sabía que hubieran tantas mujeres de mi edad en el país!, me dije a mí mismo.
Observé los alrededores y vi decenas de mujeres de mi edad, calculo yo, (Y yo que temía, que fueran tan pocas las chavas en mi país). Pero la historia no termina aquí, la cola se movía nuevamente y cuando estaba cerca de la entrada, me salí ya que aún no llegaba Ben.
Pude ver una pelea, que iniciaba. Un borracho se estaba comportando como lo hace un bolo. Fue entonces, que intervino la policía y no le di importancia a la pelea. Moví la cabeza y trate de ver entre tanta gente, si mi amigo venía. Como no lo encontré seguí viendo al borracho y sus locuras. Esta vez, ya sangraba de la cabeza. No sé si algún policía lo lesionó, o si este por su torpeza de ingerir tanta cerveza, se lo provocó. En fin, el punto es que la policía trataba de alejarlo de donde estaba la gente.
Me aburrí, entonces hice nuevamente la fila y mi amigo, seguía sin aparecer. Me pregunte: ¿Me habrá engañado? Y como la fila se movió tan rápido y el seguía sin aparecer, hice nuevamente otra cola. Esta vez apareció junto con su pareja. Creo que tomaba algún tipo de agua gaseosa, me dieron ganas de ir al baño al ver el gran envase que cargaba en su mano.
Los dos habían traído una sombrilla negra, está la tuvimos que dejar en la entrada. Caminamos hasta nuestra localidad “General” y buscamos asientos desocupados. Empezaba a llover, pero más tarde se calmó, tan solo fue una pasada de nube. Calculo que el concierto comenzó, alrededor de las ocho y veintiséis, porque no fue puntual. Más  todos los presentes en el estadio, coreamos el nombre de Arjona y mil olas hicimos, para matar el tiempo y acelerar la salida del cantautor guatemalteco. 
Mil gritos se escucharon, cuando salió. Se me aguadaron las piernas y permanecí sentado, más adelante me pare y con mi mala voz, cante algunas de sus canciones, no todas o me hubiera quedado afónico. Casi al finalizar el concierto, Ricardo Arjona se acercó quizás, a unos ocho metros de donde estábamos (y eso que no nos movimos, ya que respetamos lo que pidió: prométanme, que se quedaran en sus lugares).


Salimos satisfechos del concierto, no recuerdo la hora, solo un puesto de Tequila, al cual no quisimos acercarnos. Ahhh… y nos olvidamos de la sombrilla negra, la cual ahora la damos por pérdida. ¡Gracias Ben, fue una buena noche, una quizás de las mejores!

2 comentarios:

  1. jaja....pero que bueno que vos viniste...mejor que los juguetitos en la compu...aunque te hagan el experto para ayudarme atraer a mas clientes!!!

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  2. Jajajaja... hay que volver, por la sombrilla! :P

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